Año nuevo, vida nueva, o eso dicen. Si aquello de apuntarte al gimnasio cada mes enero no es lo tuyo, quizá tu meta anual pase por conseguir un nuevo PC gaming.
Los juegos triple A cada vez son más espectaculares, y sus requerimientos de hardware no dejan de aumentar.
Probablemente no podrás estirar durante mucho más tiempo tu viejo i7 y tu GTX1080, así que tal vez sea el momento de renovar tu equipo y convertirlo en una auténtica bestia.
Sin embargo, los precios de los componentes de PC siguen siendo demasiado altos en 2023, y no parece que vayan a bajar pronto.
Desde 2020, las tarjetas gráficas y los procesadores de mayor rendimiento son prácticamente inaccesibles, y por eso es necesario hacer auténticos malabares para conseguir un PC en condiciones.
Pero donde hay vida, hay esperanza, y siempre hay caminos de conseguir un buen PC a precios razonables.
Estos consejos pueden ayudarte conseguir un PC nuevo sin castigar tu bolsillo y sin descuidar su calidad.
ÍNDICE
1. Decide si quieres montar tu propio PC o comprar uno ya montado
Lo primero que deberás considerar si quieres un PC ya montado o si prefieres montarlo tú.
Puede parecer que comprar un PC montado sería más caro que comprarlo pieza a pieza para montarlo en casa.
Al fin y al cabo, te ahorrarías la mano de obra, ¿no es cierto? Sin embargo, esto casi nunca es así, y comprar las piezas sueltas te costará –al menos en principio– ligeramente más.
¿Por qué? Hay dos razones:
La primera de ellas es que algunos PCs ya montados provienen de fábricas que compran los componentes en cantidades industriales, lo que abarata su precio.
O también puede ser que quieras un PC personalizado para que te lo monten en una tienda, y, en este caso, su precio total baja a cambio de que compres todas las piezas con ellos.
Sea por una razón u otra, comprar tu PC pieza por pieza te costará algo más, pero te garantiza un mayor control sobre todos los componentes que lo conformen.
2. Elige la plataforma adecuada para conseguir tus componentes
Si necesitas comprar verduras o congelados, seguramente acudirás al catálogo LIDL y folleto para conseguirlos al mejor precio.
Y, de la misma manera, para los componentes de PC debes acudir a las tiendas especializadas en tecnología y electrónica.
Por suerte, en España tienes algunas plataformas excelentes para conseguir componentes de PC online, con precios realmente competitivos y unos tiempos de envío de apenas un par de días.
La tienda líder en componentes de PC en España es, por supuesto, PCComponentes, pero en los últimos años también están destacando otras que ofrecen precios muy competitivos como Wipoid o Coolmod.
En la mayoría de los casos, la mejor manera de ahorrar en la compra de tus piezas pasa por elegir los componentes más económicos entre todas ellas.
Además, tampoco deberías descartar Amazon, que a veces tiene ofertas realmente increíbles.
3. Organiza tu presupuesto en torno a la CPU y la GPU
A la hora de comprar las piezas de tu PC debes considerar la cantidad máxima que puedes gastarte, y organizarla en primera instancia en torno al procesador y la tarjeta gráfica. Idealmente, estos dos componentes deberían costar entre el 50% y el 65% de tu PC, ya que necesitarás el resto del dinero para poder conseguir otros que también tendrán una gran importancia para su buen funcionamiento.
Un procesador tan popular como el Ryzen 7 5800X te vendrá costando aproximadamente 400 €, mientras que una RTX 3070 está en torno a los 650 €.
Con 500 € más puedes hacerte con una carcasa de PC, algo de RAM, una refrigeración aceptable y una PSU básica, pero irías demasiado justo, incluso reciclando tu viejo SSD.
Si te das mayor margen y decides gastar unos 800 € o 1000 € podrás conseguir componentes mejores para acompañar a tu GPU y tu CPU.
4. No escatimes en los otros componentes… ni los compres de segunda mano
Es importante tener en cuenta que el PC no consiste solamente en el procesador y la gráfica.
Uno de los errores más comunes que cometen los principiantes pasa por gastarse todo el dinero en la mejor tarjeta gráfica que puedan conseguir, y luego alimentarla con una PSU de apenas 650w que terminará quemándose a las pocas semanas de uso.
O conectar el PC a un monitor con una tasa de refresco muy inferior al número de frames generado por la GPU.
Ahorrar en los componentes que completan el PC puede terminar por salirte más caro, ya que no solo tendrás que reemplazarlos más pronto que tarde, sino además puede que incluso dañen de forma irreversible tu CPU y tu GPU.
Por la misma razón, tampoco te conviene comprarlos de segunda mano, ya que no sabrás hasta qué punto acumulan meses o años de desgaste.
Si no te alcanza el presupuesto, es preferible que optes por una CPU y una GPU más económicas, o que esperes un par de meses más para comprar tu PC.