La domótica, la conexión de la tecnología con los electrodomésticos y acciones que se registran en una vivienda, ha significado un notable cambio en el estilo de vida de muchas personas, que se ha traducido en un aumento del bienestar y la comodidad en las diferentes acciones diarias.
Es la automatización de las tareas, mediante la aplicación tecnológica a aspectos como sistemas de seguridad, comunicaciones o eficiencia energética, entre otros; que los ciudadanos pueden gestionar a través de su teléfono móvil, aunque estén ubicados a cientos de kilómetros de distancia.
En este contexto, resulta sencillo conseguir una mejor calidad de vida mediante el uso de la domótica como un sistema habitual en muchas de las interacciones que se producen en un hogar.
Las familias son conscientes de la mejora obtenida mediante esta tecnología y acuden a centros especializados como domótica Garza para conseguir las herramientas adecuadas.
La mayoría de electrodomésticos y conexiones pueden estar aplicados bajo este concepto, siempre y cuando se disponga de una adecuado nexo con Internet.
El uso de la inteligencia aplicada al hogar se encuentra, por tanto, en muchos espacios y el beneficio está presente para todos los miembros.
Luz controlada
La iluminación es uno de los conceptos que cambia radicalmente con esta tecnología. La domótica permite el encendido y apagado de luces mediante el uso de sensores de paso, una idea que gana en utilidad para zonas exteriores como jardines y terrazas, especialmente en aquellas viviendas unifamiliares de tipo rural o chalet.
Esta función puede aplicarse a un foco determinado o de manera colectiva, por lo que se puede utilizar para gestionar el alumbrado completo de un área determinada.
Ya sea por los citados sensores o mediante el control por la vía del teléfono móvil. El usuario se conecta a una app y decide apagar y encender las luces.

Otros aspectos que pueden ser controlados son el nivel de intensidad de la iluminación o la focalización de dicha luz en un punto determinado.
Esta acción no solo se traduce en una mejora en la comodidad para los ciudadanos, ya que también aporta un importante ahorro económico.
La tarifa de la luz está disparada y el uso innecesario ya no es rentable, por lo que este tipo de mecanismos ofrece una solución para reducir la factura.
Electrodomésticos autónomos
La idea de hogar inteligente debe tener en cuenta las ventajas e inconvenientes de la domótica. Los electrodomésticos se encuentran en entre los grupos más influidos.
El frigorífico, la lavadora o el horno son tipos que pueden conectarse bajo la domótica. Las ventajas se encuentran tanto a modo de uso, ya que optimiza los recursos para conseguir el mejor resultado al coste más bajo, como a nivel de seguridad.
Estos sistemas inteligentes cuentan con un protocolo que se activa antes cualquier incidencia, de manera que el usuario puede conocer si hay algún fallo y corregirlo desde su teléfono móvil cuando el propio electrodoméstico no puede solucionarlo por sí solo.
Estos aparatos detectan la carga que soportan en cada momento y son conscientes de los recursos que ella solicita, por lo que se adaptan al instante y buscan la mejor solución.
Las ventajas que se pueden obtener de esta tecnología son múltiples y se aplican a acciones cotidianas.
Quizá queremos descongelar, a una hora exacta, un producto que se encuentra en un compartimiento, para que el alimento se encuentre en un estado óptimo para ser cocinado, unas horas más tarde.
O dejar preparado el plato en el horno y que éste se ponga en marcha dentro de dos horas.
Son ejemplos de funciones que se pueden activar a través de una app del teléfono móvil y modelos muy prácticos para entender la importancia de esta tecnología.
Climatización
El control del ambiente y el clima presente en el interior de una vivienda es otra de las grandes ventajas de la domótica que se traducen en una mejora de la calidad de vida.
La mayoría de tiendas de domótica incluyen aparatos de aire acondicionado inteligentes, que son capaces de detectar las necesidades de la habitación en un momento determinado.
Esta nueva tecnología permite a esta máquina controlar todo aquello que sucede a su alrededor, de manera que regula la cantidad de aire que lanza, ya sea frío o caliente, de acuerdo con la situación ambiental.
Este sistema significa tanto comodidad para los usuarios como un importante ahorro energético, ya que solo consume la cantidad de energía mínima necesaria para conseguir la temperatura óptima.
Garantizar las máximas condiciones de seguridad en el hogar es uno de los objetivos de los cabezas de familia, un reto que la domótica también puede asumir.
El sistema conoce la situación de todas las entradas de la casa, ya sean puertas o ventanas, y detecta cualquier incidencia que pudiera poner en peligro tanto a las personas como a los objetos materiales.
El programa está configurado para mandar un aviso ante una situación extraña y poco habitual, por lo que los propietarios tienen siempre la garantía de estar protegidos.