Que la tecnología avanza a pasos agigantados no es ninguna novedad ya. Lo cierto es que los avances tecnológicos que hemos y estamos experimentando se van incorporando, no solo a nuestra vida laboral, sino también a nuestra vida social.
Hoy en día todo el mundo lleva un smartphone en su bolsillo, desde el que controla sus cuentas de emails, sus redes sociales, etc. En nuestros trabajos, cada vez más las tablets están sustituyendo a los portátiles, e incluso el almacenamiento en la nube, está sustituyendo a las memorias externas o pinchos USB.
Hoy en día, prácticamente podemos utilizar la red para cualquier cosa. Crear un grupo de trabajo en nuestra red doméstica y compartir archivos, impresoras, crear servidores multimedias, puntos de acceso wifi.
Ya vimos en una ocasión como aprovechar nuestra red doméstica wifi para compartir la impresora entre todos los equipos conectados a dicha red y así poder imprimir en una sola impresora desde cualquiera de ellos. El inconveniente, debemos de tener el equipo al que está conectado la impresora encendido.
Fue por ello por lo que empezaron a comercializarse impresoras wifi, es decir, aquellas impresoras capaces de conectarse por si solas a una red wifi, de tal manera que ya no era necesario tener encendido el equipo donde estaba instalada para poder imprimir desde cualquier equipo de la red.
Lo último se llama Cloud Print, impresoras con capacidad para conectarse y asociarse a la nube y poder imprimir a distancia, sin necesidad de estar conectados a la misma red.
Dicha tecnología la pone Google a nuestro servicio, obviamente asociada a nuestra cuenta de Gmail, y si disponemos de una impresora preparada para Cloud Print, poder asociarla a nuestra cuenta y poder imprimir desde cualquier equipo que esté también asociado a dicha cuenta, sin necesidad de compartir red wifi, como por ejemplo: una tablet, un smartphone, un portatil, un pc.
Pero si no dispones de una impresora preparada con Cloud Print, también podemos hacer uso de esta tecnología, eso si, está deberá estar instalada en un equipo conectado a la red y encendido, pero con la ventaja de que podremos imprimir a distancia, desde otra red o desde otro dispositivo asociado a la misma cuenta de Google.
Para ello, vamos a necesitar tener instalado una impresora en un equipo, pc o portatil, además del navegador Google Chrome y tener una cuenta en Gmail.
Abrimos Google Chrome y pulsamos en su menú de opciones:
Seleccionamos la opción de Configuración y en las opciones de Configuración, al final de todo, pulsamos en Opciones Avanzadas. Allí encontraremos la opción de Cloud Print. Pulsamos en Administrar:
En la administración de Dispositivos, pulsamos en el botón de Añadir Impresora, dentro de Impresoras Clásicas:
Tendremos que ingresar con nuestra cuenta de Google, es decir, con nuestro mail y contraseña:
Será cuando Google Cloud Print detecte las impresoras conectadas en nuestro equipo. Podemos marcar todas las impresoras que queramos asociar a nuestra cuenta, así como la posibilidad de que se asocien, de forma automática, las nuevas impresoras que instalemos en nuestro equipo:
Una vez pulsado el botón de añadir, las impresoras seleccionadas se habrán asociado a nuestra cuenta de Google, pudiendo asociarlas a más de una cuenta, si manejamos distintas:
Una vez asociadas a nuestra cuenta de Gmail, podremos imprimir desde cualquier equipo que también tengamos asociado a la misma cuenta, si necesidad de estar conectados a la misma red wifi. Eso si, al tratarse de una impresora clásica, el equipo donde está instalada deberá estar encendido y asociado a una cuenta Gmail.
En el caso de dispositivos Android, podremos descargarnos desde Google Play cualquier aplicación que nos permita imprimir desde el terminal utilizando nuestras impresoras asociadas a Google Cloud Print, pero eso será tema de otro artículo.
